martes, 22 de enero de 2019

Refrigeración de la capa gaseosa: Capacidades de refrigeración del agua


Como medio extintor, el agua tiene una capacidad de enfriamiento teórica de 9,84 MW por galón y por segundo (2,6 MW por litro y por segundo), aunque en la aplicación práctica de un ataque directo, esta capacidad es más probable que sea de alrededor de 1,96 MW por galón y por segundo (0,84 MW por litro y por segundo). Poniendo tales cifras en perspectiva, el bombero es capaz de apreciar el verdadero potencial de extinción de las líneas de agua en cualquier situación específica. Como ejemplo tenemos que el rango de desprendimiento de calor (RDC) estimado para una silla cubierta de espuma está normalmente entre 4-500 Kw., mientras que un pequeño aparador desprenderá unos 1.8 MW. Sin embargo, fuegos más grandes tales como aquellos que envuelven modernos puestos de trabajo en oficinas, compuestos por mobiliario, material de escritorio y terminales de ordenador, pueden presentar un gran desafío y RDCs de 1.7 MW en cinco minutos (two-partition) y 6.7 MW en nueve minutos (three partition), han sido registrados desde estos artículos. Un sofá de tres plazas desprenderá unos 3.5 MW y una litera de pino alcanzará los 4.5 MW.

El simulador de Flashover del sistema sueco normalmente alcanza los 3 MW, mientras que en el incendio de Interstate Bank en Los Ángeles, en 1988, se estimó que 10 MW de fuego existieron dentro de los dos o tres minutos del inicio. Grandes cantidades de agua serían necesarias para manejar tales producciones de calor. Para el bombero esto significa que el surtidor que usa tiene una capacidad práctica de enfriamiento máxima y estimaciones fiables pueden ser hachas (tabla uno). Se puede ver que 2,36 MW por galón y por segundo (0,84 MW por litro y por segundo) es la capacidad de enfriamiento práctica del agua y que es alrededor del 20 por ciento de su capacidad teórica (un tercio). Eso significa que aproximadamente el 80 % (dos tercios) del agua aplicada a un fuego normalmente tiene poco o ningún efecto.


Tabla uno: capacidad práctica de refrigeración del agua en aplicaciones directas

El agua es potencialmente un agente extintor muy poderoso, aunque para alcanzar este gran potencial, el calor debe ser eficientemente transferido desde el fuego y sus alrededores al agua que se aplica durante la extinción. Muchos científicos han estudiado estrechamente la dinámica de supresión del fuego y la extinción en general. En todos estos estudios el modo dominante de supresión de fuegos estructurales ha sido el enfriamiento del combustible, aunque se reconoce que la refrigeración y la inertización de la atmósfera de fuego juegan también un papel importante. Sin embargo, pocos se han dado cuenta de los beneficios y el potencial de la refrigeración de la capa gaseosa en términos de seguridad y supervivencia del bombero. Es el objeto de este libro introducir las técnicas de aplicaciones de agua nebulizada tridimensional (3DWF) , que han llegado ha ser tan populares entre los bomberos en los últimos 20 años en grandes ciudades como Estocolmo, Londres y Paris.
En este punto, debemos dejar claro que tal uso del agua nebulizada con es comparable a la forma de ataque indirecto que llegó a ser popular durante los años 50 y 60. Este estilo de lucha contra el fuego, que todavía hoy tiene sus seguidores, tenía una serie de peligros asociados. Por ejemplo, la técnica dependía de la creación una excesiva cantidad de vapor súper calentado dentro de un compartimiento razonablemente no ventilado (habitación o espacio).

Esto se conseguía aplicando agua, en forma de spray, sobre las superficies calientes, paredes y techo dentro del compartimiento envuelto en fuego, lo que frecuentemente exigía que los bomberos trabajasen en condiciones extremas, y podían sufrir quemaduras por vapor y agotamiento por calor
Había también un problema causado por el “efecto pistón” causado por la expansión del vapor que empujaría el humo, el calor y ocasionalmente el fuego dentro de partes relativamente no afectadas de la estructura, obligando algunas veces a los ocupantes a saltar desde las ventanas exteriores de los pisos altos. En términos de aplicación, los bomberos eran frecuentemente atrapados por sus propias acciones, puesto que el equilibrio térmico dentro del compartimiento era sometido a un “efecto envolvente”, ya que la aplicación indirecta del agua empujaría el fuego y el calor hacia la pared más lejana antes de moverse hacia arriba y cruzar el techo, retornando hacia abajo y rodeando el avance de los bomberos.

En contra de esto, los principales objetivos de la técnica 3DWF no están dirigidos a dominar el modo de supresión, sino a completar la aproximación táctica, creando un ambiente confortable y seguro en el que los bomberos puedan trabajar con efectividad durante la extinción en general y las situaciones de rescate. Idealmente las aplicaciones son dirigidas a prevenir cualquier ignición de los gases de fuego, apagando, mitigando y controlando los peligros asociados Flashover y Backdraft. Esta técnica de aplicación requiere precisión y depende de la utilización del equipo adecuado, del efectivo procedimiento de aplicación y del entrenamiento apropiado y periódico.

PAUL GRIMWOOD Autor de “FOG ATTACK”

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